MAURO ICARDI SUFRIÓ UNA LESIÓN DE GRAVEDAD
El delantero argentino pidió el cambio en el duelo de ayer ante Tottenham por la Europa League. Quedó comprometida su rodilla derecha.
A pesar de que el Galatasaray derrotó 3-2 al Tottenham por la cuarta jornada de la Europa League y se mantiene en la zona de clasificación para los octavos de final del certamen continental, no fue la noche soñada para Mauro Icardi. El delantero argentino sufrió una seria lesión cuando faltaban pocos minutos para el final del encuentro y tuvo que ser reemplazado. Las imágenes generaron preocupación ya que tuvo que ser trasladado en camilla hacia fuera de los límites del campo de juego. Ahora el club turco confirmó su lesión.
"En los exámenes de resonancia magnética realizados en nuestro hospital patrocinador, Medicana, se detectó una rotura y daño de menisco en el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha de nuestro futbolista Mauro Icardi, lesionado en el partido del Tottenham de la cuarta semana de la UEFA Europa League. Ha comenzado la rehabilitación preoperatoria de nuestro jugador, cuya cirugía está prevista", fue lo que mencionó Galatasaray en un parte médico oficial publicado hace horas. Se estima que podría estar fuera de las canchas durante 8 meses.
"La peor noticia"
A través de su cuenta de Instagram, el rosarino compartió un mensaje: "Buenos días, después de realizar los estudios esta mañana se confirmó la peor noticia. Rotura de Ligamentos Cruzados y Menisco. Toca estar fuera unos meses, con una sonrisa, trabajando duro y volver mejor. Deseo una temporada llena de logros y éxitos a mis compañeros y a toda la familia Galatasaray ????????♥️Gracias a todos los que se preocuparon y están cerca en estos momentos. Un beso para todos, pronto estoy de vuelta...".
En los últimos días, el nombre del centrodelantero de 31 años había sonado fuerte en los alrededores del Monumental. Icardi le habría manifestado a su entorno más cercano el deseo de estar junto a Wanda Nara y sus hijas, quienes se encuentran viviendo en Buenos Aires, según el periodista Diego Borinsky (biógrafo de Marcelo Gallardo). El interés de reavivar su relación familiar y su disposición a resignar el fútbol europeo generaron una ola de especulaciones sobre su posible llegada al Millonario.
La versión que vinculaba al punta con el club de Núñez comenzó a hacerse fuerte cuando el comentarista y ex futbolista Diego Latorre mencionó en ESPN que tanto Icardi como Lucas Alario estarían en el radar de Gallardo. El entrenador millonario, tras la reciente eliminación de River en la Copa Libertadores, tiene entre sus prioridades reforzar la delantera, un área en la que el equipo ha sufrido por falta de contundencia. Ni Miguel Ángel Borja ni Adam Bareiro, actuales delanteros de área, han logrado satisfacer las expectativas del técnico en cuanto a capacidad goleadora, por lo que la búsqueda de un "9″ con experiencia es clave de cara a la próxima temporada. De hecho, existen grandes chances de que el colombiano sea transferido en el mercado de enero.
La vinculación de Icardi con el club de Núñez no es nueva, ya que, pese a ser hincha confeso de Newell’s, dejó ver su afinidad con River. En septiembre pasado, el futbolista rosarino publicó una fotografía desde su departamento en Buenos Aires con una vista del estadio Monumental de fondo, alimentando las especulaciones. Días después, fue visto junto a Wanda en el River Camp, donde asistió para ver a su hijastro Valentino López, quien juega en las inferiores del club. En varias ocasiones, Nara ha compartido imágenes en redes sociales vistiendo la camiseta de River, dejando en claro su cercanía y apoyo a la institución millonaria.
Lo cierto es que el delantero rosarino que tiene contrato hasta 2026 con Galatasaray sufrió una dura lesión cuando los turcos ya ganaban 3-2 en condición de local. La rotura de rodilla se originó en el momento en que Icardi presionó al arquero inglés Fraser Forster y ejecutó un mal movimiento en su articulación. Tendido en el piso, con muecas de dolor, la figura con pasado en la Sampdoria, Inter de Milán y PSG le explicó al arquero rival y al árbitro Lawrence Visser que no podía continuar con el partido. De inmediato, el entrenador Okan Buruk envió a la cancha al belga Michy Batshuayi para sustituirlo.
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